Llevamos dos semanas desde que se decretó el “Estado de alarma”. Es increíble la capacidad de adaptación que tiene el ser humano. Si hace tan solo un mes, nos hubieran dicho que no íbamos a poder salir a la calle, que iban a suspender las clases, cerrar bares, restaurantes, etc., no nos lo hubiéramos creído, imposible. Hoy, a pesar de las resistencias de algunos y malestar de otros, la nueva forma de vida la hemos aceptado, la estamos aceptando… y, aunque esperemos que acabe muy pronto, algunas cosas como la forma de trabajar, la forma de relacionarnos, han venido para quedarse.

Ahora, en el momento en el que estamos, sólo valen dos cosas: una, mirar atrás para no volver a cometer los mismos errores y dos, ver cómo vamos a salir de este confinamiento. Porque esto va a pasar, antes o después, pero pasará y tenemos que pensar qué queremos tener dentro de unos meses, dentro de unos años… ¿recuerdos negativos de todo lo que hemos vivido o aprendizaje? Seguramente tengamos los dos aunque lo importante es que de los primeros consigamos ver el aprendizaje para que todo el dolor no haya sido en balde. Muchas cosas tenemos que aprender como sociedad, buenas y no tan buenas…

En cuanto a las no tan buenas, sin querer entrar en polémicas y desde la ignorancia, dejaré para los expertos el análisis de lo que ha ocurrido, del porqué no habernos adelantado, del porqué en temas de investigación siempre prima lo urgente frente a lo importante y no nos dejamos asesorar por investigadores y científicos, del porqué tanta falta de recursos para nuestros médicos y personal sanitario…y por supuesto, lo peor, todos los que se han quedado por el camino… descansen en paz.

De las buenas, muchas…la importancia de la unidad, la importancia de remar todos en la misma dirección, la importancia y la capacidad infinita de nuestro personal sanitario, la importancia que tiene la investigación científica, entre muchísimas cosas… en definitiva, la importancia y el valor de las personas. Aunque esto también nos lo deberíamos aplicar para cuando las cosas vayan mejor.

Del segundo punto y de cómo vamos a salir de este confinamiento, creo y hablo en primera persona que una de las cosas que más estamos sufriendo y que nos están enseñando más, es el no poder tocar, abrazar a mucha de la gente que queremos, no poder dar un paseo, no poder salir al parque con los niños, no poder tomar un café con algún amigo, comer con algún cliente…las pequeñas cosas que no apreciamos hasta que las perdemos. Estoy convencido que vamos a salir de aquí valorando mucho más lo que somos y lo que tenemos, siendo más conscientes de lo que de verdad importa.

Reflexionemos y quedémonos con lo realmente importante. Aprendamos y aprovechemos esta pandemia para darnos cuenta de lo que es verdaderamente relevante para nuestras vidas y que habíamos perdido de vista, nos habíamos despistado yendo a demasiada velocidad, con tanta urgencia por llegar y hacer las cosas. Ahora, en una situación que nos exige calma, tranquilidad, reflexión, como si la vida nos quisiera dar una segunda oportunidad que no ha permitido a otros, seamos responsables y la agarremos con fuerza y hagámonos la pregunta “¿cómo quiero que sea esa segunda oportunidad?”

Aprovechemos lo que está por venir después de este “parón” y construyamos lo que cada uno quiera desde lo que hemos aprendido, desde lo que hemos vivido, desde el corazón.

#yomequedoencasa #yomeapuntoalwebinar #yoconstruyodesdelcorazón

David Sánchez



Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies