Hace más de una semana que se decretó en España el estado de alarma por la crisis del coronavirus #covid-19. Un encierro cuyo objetivo es que la acción individual construya, y mucho, en lo colectivo.

También hemos conocido la noticia que confirma la ampliación durante 15 días más (de momento) de confinamiento. Demasiadas noticias negativas que, sumadas a este encierro, hacen que estemos poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación, nuestra capacidad de sobreponernos, nuestra resiliencia.

Ya no ha sido noticia el comienzo de la primavera, ¿qué más da?…estamos solo contando afectados y fallecidos…quién nos lo iba a decir.

En pleno siglo XXI,  esta pandemia pone en jaque nuestra manera de entender la vida, nuestra manera de relacionarnos, nuestra manera de socializar.

Es curioso, los besos y abrazos se han convertido en algo muy peligroso, el dinero (que tanto valor tiene en nuestra sociedad), no puede comprar algo tan barato como guantes de plástico ni mascarillas, el descanso y nuestro tiempo no lo podemos compartir con los amigos ni con la mayoría de nuestros seres queridos. Frases del tipo “mamá, este domingo no vamos que los niños tienen que hacer deberes…” o “¿Quedar hoy viernes?…bufff tío, estoy destrozado de toda la semana”, se convierten en un nudo en el estómago, en un “qué tontos somos…”. Nada de lo que tenemos es importante si no podemos disfrutarlo con los que queremos.

Nuestro modo de trabajar, como lo concebíamos hasta ahora, ha cambiado y probablemente ha llegado para quedarse. De toda crisis tenemos que aprovechar las oportunidades que nos brindan y quedarnos con lo positivo, que también está habiendo mucho. Una vez más, las personas vuelven a ser las protagonistas. Una vez más, se demuestra que la vocación, profesionalidad y el trabajo en equipo son esenciales

Esta semana ha sido más visible que nunca el trabajo diario de nuestro personal sanitario, personal médico y de enfermería exponiendo sus propias vidas, trabajando sin descanso, conductores de ambulancias agilizando el traslado de todo tipo de pacientes, farmacias abiertas no solo ofreciendo medicamentos sino respuesta a muchas de nuestra preguntas y dudas. El trabajo de los cuerpos de seguridad del Estado velando por el cumplimiento del estado de alarma y la seguridad de los ciudadanos…), del ejército con labores de desinfección, instalación de hospitales móviles. El trabajo de transportistas para garantizar el correcto abastecimiento de nuestros supermercados y que no falte nada en nuestras casas; del personal de supermercados atendiéndonos con una sonrisa y un largo etcétera.

Nosotros, sólo tenemos que quedarnos en casa y trabajar para intentar mantener una normalidad mermada por las situaciones, mientras cuidamos a nuestros hijos, nuestros mayores, etc. Sólo es eso, eso y rezar para que nos libremos de ser uno más de las listas de afectados.

No es tan difícil; aprovechemos las tecnologías que tenemos, los ritmos de esta nueva situación, las alegrías que supone ahora las reuniones a distancia con nuestros compañeros de trabajo, el poder hablar con nuestros clientes dando mensajes de ánimo y tranquilidad, etc.

Ya queda menos, juntos vamos a conseguirlo

David Sánchez Marcos – #yomeapuntoalwebinar #yomequedoencasa #tatumonfire



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