Las compañías de seguros invierten mucho dinero con sus mediadores exclusivos: los forman, les equipan el local, los ayudan en la comercialización… Se trata no sólo de que ese mediador consiga una alta  rentabilidad para la compañía sino que tenga una relación de largo recorrido. El nivel de compromiso de los mediadores garantiza que ese mediador cuidará la marca, alcanzará objetivos, establecerá un vínculo estable y, por lo tanto, será más rentable para la compañía.

La comercialización a través de mediadores exclusivos es muy interesante para la compañía porque le permite generar un crecimiento sostenido y buscar los mejores especialistas por ramo, sin que esto genere un fuerte aumento de costes.

Dentro de este modelo de comercialización, las compañías están apostando por los mediadores exclusivos que se aproxima a un modelo franquiciado en la medida en que ese mediador trabaja para la marca, es portador de su imagen corporativa y sigue las indicaciones de la empresa en cuanto a su marketing y comercialización. Para que el enfoque sea rentable,  tiene que haber una estrecha y continua colaboración entre mediador y compañía. Esta colaboración se construye sobre la confianza mutua y compromiso.

El mediador tiene como principal objetivo obtener beneficios, pero también se identifica con su marca y lo que ella representa, crea lazos afectivos, vínculo emocional,  tanto con la marca como con las personas que le ayudan a desarrollarse, y desea mantener esa relación a largo plazo.

El compromiso mueve emociones. Una marca valorada por los clientes y un equipo de mediadores comprometidos son una fuente única de competitividad.

Para medir el engagement de los mediadores aplicamos el modelo TEE (Tatum experientialengagement)



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